Evan Gershkovich encabeza la lista de One Free Press Coalition como uno de los casos de encarcelamiento periodístico más grave.
Nació en los Estados Unidos, aunque tiene una conexión con Rusia gracias a sus padres, quienes emigraron a Nueva Jersey durante el periodo soviético. Fue por eso que se interesó y aprendió el idioma ruso.
Después de haberse graduado de la universidad, inició su trayectoria periodística como asistente de noticias en el New York Times; no obstante, optó por dejar su cargo para trasladarse a Rusia. Motivado por su vínculo con el país, deseaba experimentar la vida allí, lo que lo llevó a desempeñarse como personal en The Moscow Times, posteriormente en Agence France-Presse y, actualmente, en The Wall Street Journal como corresponsal del país.
Durante la pandemia de COVID-19, Gershkovich se destacó por su cobertura de los acontecimientos en los hospitales rusos, ganándose la confianza de los médicos jóvenes y proporcionando información precisa sobre la situación.
El 30 de marzo de 2023, mientras investigaba para un artículo en Yekaterimburgo sobre el ejército ruso, Gershkovich fue detenido por las autoridades locales bajo sospecha de espionaje, alegando que solicitaba información clasificada relacionada con una empresa militar rusa. Desde entonces, ha estado detenido en la prisión de Lefortovo.
En la actualidad, Evan Gershkovich lleva más de 396 días privado de libertad. El gobierno ruso no ha presentado evidencia alguna que pueda incriminarlo como espía estadounidense, lo que suscita una reclusión que resulta injustificada ante la sociedad. Tanto The Wall Street Journal como los abogados del periodista han presentado pruebas de su labor periodística. Además, el presidente Biden ha solicitado su liberación inmediata, argumentando que Evan no se encontraba en Yekaterimburgo para espiar, sino para ejercer su labor periodística.
Desde la llegada de Vladimir Putin al poder en el año 2000, la libertad de prensa ha sido objeto de amenazas constantes. Sin embargo, desde la invasión a Ucrania, esta situación ha empeorado considerablemente. Evan Gershkovich, ha sido acusado de espionaje, retrocediendo a prácticas reminiscentes de la Guerra Fría. Este caso ha atraído la atención de los medios de comunicación de todo el mundo, sirviendo como un claro ejemplo de cómo, desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, Putin ha restringido el acceso a medios independientes y occidentales con sede en el país.
Durante su estancia en la prisión rusa, Evan enfrenta condiciones precarias que podrían afectar su salud mental y física en el futuro. El 90% de su día transcurre encerrado en una celda de espacio reducido y aislado. Por ende, su manera de mantenerse entretenido y preservar su salud mental y física es a través de la lectura de libros y la escritura de cartas a sus amigos y familiares y el yoga.
Se sigue a la espera de un juicio sin fecha establecida y se espera la pronta liberación de Evan. De igual manera, se está negociando el intercambio de prisioneros con Estados Unidos, acción que se ha llevado a cabo anteriormente. Por el momento, se está haciendo una campaña social para apoyar a Evan y a su familia con el #FreeEvan y un Gofoundme para ayuda económica.
¿Rusia pone en peligro a la libertad de prensa?
Desde el comienzo del mandato de Vladimir Putin en Rusia, el ejercicio periodístico ha estado en peligro. las autoridades rusas han ido restringiendo de manera progresiva el derecho a manifestarse pacíficamente, la libertad de información y el ejercicio periodístico independiente. Asimismo, han incrementado las sanciones aplicadas a aquellos que intentan ejercer estas libertades, convirtiendo a la Federación Rusa en un lugar donde prácticamente se prohíbe cualquier forma de toma de decisión.
Después de la invasión de Rusia a Ucrania, desatando la guerra entre ambos países, se han reforzado las acciones para silenciar a la prensa. El presidente Vladimir Putin, ha restringido el acceso a medios internacionales, de igual manera se han censurado los medios locales y las redes sociales.
El inicio de la censura se evidenció en la desautorización y prohibición del uso de términos como «guerra» o «invasión», obligando a utilizar expresiones como «operación especial» o «militar» para referirse al conflicto. Los medios que no cumplan con estas condiciones serán bloqueados y cerrados.
De igual manera, desde el parlamento ruso se está trabajando para subir las penas por difusión de noticias falsas a 15 años de prisión. Así como también están prohibidas las manifestaciones o protestas públicas, con la amenaza de arresto para quienes las organicen.
Una nueva enmienda de la Ley de Agentes Extranjeros en Rusia pone en peligro no solo a los periodistas, sino que también a sus familiares. Se establece que cualquier familiar de un periodista que sea considerado enemigo del presidente, puede ser castigado también.
El caso del medio de información independiente Meduza es un claro ejemplo de los esfuerzos del Kremlin por suprimir la libertad de prensa y evitar cualquier conciencia ciudadana de los hechos que están sucediendo en el país.
La censura de dicho medio comenzó al inicio de la guerra con el mandato de firmar como Agente Extranjero en los artículos hechos por los periodistas, y de igual manera en su web y todas las redes sociales debe aparecer «Este mensaje (contenido) ha sido creado o distribuido por un medio de comunicación extranjero que hace las funciones de agente extranjero o por una entidad legal rusa que cumple las funciones de agente extranjero» en grande, negrita y centrado al principio de cada publicación. Esto causó que las publicidades se acabasen y los ingresos económicos disminuyeran, por lo tanto, tuvieron que recortar los sueldos de sus empleados a la mitad y cerrar sus oficinas en Riga y Moscú. Para seguir manteniéndose a flote, realizaron un Crowdfunding que había logrado 33.000 donaciones de su público. Sin embargo, debido a las sanciones internacionales hacia Rusia, se eliminó el uso de tarjetas MasterCard o Visa, haciendo imposible el pago de dichas donaciones.
Meduza actualmente se encuentra trabajando con información recibida por parte de sus freelancers en Rusia y continúa con su compromiso de informar la verdad sobre los hechos de la guerra. En su página web se encuentra un enlace para aquellos que quieran apoyar al medio económicamente.
Miércoles, 26 de junio del 2024
El juicio de Evan Gershkovich, periodista estadounidense comienza en Rusia tras su arresto en 2022 por presunto espionaje. Gershkovich, quien fue detenido mientras realizaba una investigación en Yekaterinburgo, ha permanecido en la prisión de Lefortovo desde entonces, esperando una fecha de juicio que finalmente se ha concretado.
El juicio, que se espera tome varios meses debido a su complejidad, ya que se dice que Putin tendría pensado un posible intercambio de prisioneros entre Rusia y Estados Unidos. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha sido señalado como uno de los actores clave que podría utilizar a Gershkovich como pieza de negociación.
Si Evan Gershkovich es encontrado culpable, podría enfrentar una condena de hasta 20 años de prisión, un destino que su familia y defensores esperan evitar a toda costa.
La comunidad internacional sigue de cerca este caso, mientras la tensión entre Rusia y Estados Unidos se mantiene palpable.