Hace un año caían las primeras bombas por parte de Israel a Gaza, esto daría pie al comienzo de la guerra. La guerra entre Israel y Gaza ha sido un conflicto complejo, con dimensiones políticas, militares y mediáticas. Donde también se ha dado comienzo a la represión de la libertad de prensa, que afecta tanto a periodistas locales como internacionales. Esta represión ha incluido una variedad de tácticas para limitar la cobertura mediática y controlar la narrativa que llega al público global y también acciones más brutales como amenazas y asesinatos. Aquí algunos de los mecanismos donde se ha llevado a cabo la represión.
1. Restricciones al acceso de periodistas
Por parte de Israel, este ha impuesto severas restricciones al acceso de periodistas, especialmente durante los conflictos armados. La Franja de Gaza ha sido descrita como una «prisión al aire libre», y tanto periodistas como trabajadores de los medios han enfrentado dificultades extremas para ingresar al área. En momentos de escaladas de violencia, como los bombardeos en Gaza, Israel ha cerrado puntos de cruce como el de Erez, lo que ha impedido que reporteros internacionales entren a cubrir los hechos de primera mano.
Incluso los periodistas palestinos que ya están en Gaza han enfrentado dificultades. Las autoridades israelíes controlan estrictamente el movimiento de personas y mercancías, lo que limita las herramientas de trabajo y el equipo que los periodistas pueden obtener.
2. Ataques a medios de comunicación
Durante las operaciones militares antes de la guerra en Gaza, las fuerzas israelíes han bombardeado infraestructuras de medios de comunicación. Un caso notable ocurrió en mayo de 2021, cuando un ataque aéreo israelí destruyó un edificio que albergaba oficinas de medios internacionales como Al Jazeera y Associated Press. Israel justificó el ataque alegando que militantes de Hamás operaban en el edificio, pero no proporcionó pruebas concluyentes. Este tipo de ataques no solo pone en peligro la vida de los periodistas, sino que también interrumpe la capacidad de informar desde el terreno.
“Solo quiero contar la verdad para que alguien pare esto” – Wael Dahdouh, periodista del medio Al Jazeera, sobre los ataques a periodistas y medios de comunicación. (El País, 2024)
3. Amenazas y violencia contra periodistas
Periodistas en Gaza, particularmente palestinos, han sido víctimas de amenazas, intimidaciones y ataques físicos. Desde el estallido de la guerra, varios reporteros han sido heridos o incluso asesinados mientras cubrían los enfrentamientos. Organizaciones de derechos humanos han señalado que las fuerzas de seguridad israelíes han atacado deliberadamente a periodistas con chalecos que claramente indican que son miembros de la prensa.
Por ejemplo: “En enero, fueron asesinados once periodistas, entre ellos los de la cadena de TV Al Jazeera, Hamza Dahdouh y Moustapha Thuraya. Viajaban en coche cuando un ataque israelí alcanzó sus vehículos. En febrero, también fueron asesinados once periodistas, lo que supone una media de uno cada cuatro días.” (Reporteros Sin Fronteras España, 2024)
4. Censura y control de la narrativa en redes sociales
Las redes sociales se han convertido en un campo de batalla informativo. Israel ha ejercido una fuerte presión sobre plataformas como Instagram, Facebook, X y Youtube para que eliminen o restrinjan contenido considerado «pro-palestino». Varios informes señalan que las plataformas eliminan o reducen la visibilidad de publicaciones que documentan abusos de derechos humanos, bombardeos o el sufrimiento de los civiles palestinos. La censura digital ha sido un arma poderosa para controlar la narrativa del conflicto y reducir la visibilidad de las voces palestinas en línea.
5. Detenciones y encarcelamientos de periodistas
Periodistas palestinos que trabajan en Cisjordania o dentro de Israel también han sido blanco de detenciones arbitrarias. El uso de la «detención administrativa» por parte de Israel —una práctica en la que las personas pueden ser detenidas sin cargos ni juicio— se ha extendido a reporteros que cubren el conflicto. En muchos casos, estos periodistas son acusados de incitar al odio o de ser una amenaza para la seguridad, aunque las pruebas suelen ser mínimas o inexistentes.
La represión también se extiende a los periodistas que intentan documentar la vida bajo ocupación en Cisjordania, Jerusalén Este y otras áreas en conflicto.
6. Control de la narrativa internacional
A nivel diplomático y en medios internacionales, Israel ha sido muy eficaz en influir la narrativa del conflicto. La presencia de poderosos grupos de presión (lobbies) en países como Estados Unidos, el Reino Unido y otras naciones occidentales ha contribuido a un discurso público más favorable a la posición israelí. Esto ha llevado a que la cobertura mediática en ciertos países sea más comprensiva con las acciones militares israelíes, mientras que las narrativas palestinas a menudo se presentan como secundarias o «parciales».
7. Campañas de desprestigio contra periodistas
En algunos casos, periodistas críticos con las políticas israelíes han sido objeto de campañas de difamación. Estas campañas buscan desacreditar su trabajo y presentarlos como sesgados o como partidarios de organizaciones como Hamás. Estas tácticas no solo afectan la credibilidad de los periodistas, sino que también buscan intimidar a otros reporteros para que eviten una cobertura crítica del conflicto.
Consecuencias de la represión
La supresión de los periodistas y la libertad de prensa en el conflicto entre Israel y Gaza tiene implicaciones profundas. Limitar la cobertura objetiva y amplia de lo que ocurre en el terreno afecta no solo la percepción pública del conflicto, sino también la rendición de cuentas por posibles violaciones del derecho internacional humanitario.
La comunidad internacional y las organizaciones que apoyan a la libertad de prensa, así como Free Press Alliance, han pedido repetidamente que se garantice la seguridad y la libertad de los periodistas en Gaza y otros territorios ocupados, pero los riesgos y las restricciones continúan.
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