El lunes 5 de mayo, una docena de hombres armados irrumpieron en la emisora Smile FM en Zwedru, capital del condado oriental de Grand Gedeh, aparentemente con la intención de agredir al técnico de transmisión Cyrus Gbeway, quien se encontraba al aire. Gbeway fue golpeado y arrastrado fuera de la estación, y su teléfono móvil resultó dañado durante el ataque.
El incidente provocó el cierre de Smile FM durante dos semanas. La suspensión de las transmisiones se produce en medio de una disputa por el liderazgo entre dos juntas rivales que reclaman el control de esta emisora comunitaria.
Gbeway declaró que los agresores eran conocidos asociados del superintendente del condado de Grand Gedeh, Alex Chersia Grant, uno de los 15 superintendentes nombrados a nivel nacional por el presidente de Liberia. Grant negó haber ordenado el asalto, aunque reconoció conocer a dos de los atacantes identificados por Gbeway, pero se negó a explicar su implicación o el tipo de relación que mantiene con ellos.
El gerente de Smile FM, Solo Uriah Lewis, explicó al Committee to Protect Journalists (CPJ) que llamó a la policía al llegar a la estación, pero encontró las instalaciones ya ocupadas. Finalmente, Smile FM reanudó sus operaciones el 19 de mayo.
Lamentablemente, este no es un caso aislado. Los periodistas en Liberia siguen enfrentando amenazas, acoso y agresiones físicas, muchas veces vinculadas a actores políticos y de seguridad. Aunque el fin de la guerra civil permitió el crecimiento de los medios independientes, estos siguen enfrentando dificultades económicas y permanecen en una situación de vulnerabilidad.
Desde Free Press Alliance, hacemos un llamado a las autoridades liberianas para que garanticen la seguridad de todos los periodistas y aseguren la continuidad operativa de Smile FM y de todos los medios independientes en el país.