El pasado 17 de abril, la oficina del medio etíope Addis Standard fue allanada por seis agentes de civil que afirmaron ser policías. Aunque aseguraron tener órdenes de registro, no presentaron copias durante la operación.
Durante el allanamiento, dos directivos, la gerente de recursos humanos y el jefe de la redacción— fueron detenidos para ser interrogados en la Unidad de Investigación de Crímenes de la Policía Federal. Las autoridades alegaron que estaban supuestamente preparando un documental que podría incitar a la violencia. Sin embargo, la fundadora de Addis Standard declaró al Committee to Protect Journalists (CPJ) que el medio no cuenta con los recursos necesarios para producir documentales, por lo que consideró infundada la acusación.
Ese mismo día, la policía también allanó el domicilio del responsable de tecnologías de la información (IT) del medio, quien igualmente fue llevado a interrogatorio. Los tres directivos fueron liberados más tarde ese mismo día, sin cargos.
A pesar de su liberación, las autoridades confiscaron computadoras portátiles, teléfonos móviles y dispositivos de almacenamiento de datos, exigiendo además las contraseñas de acceso. Los agentes también instruyeron a los directivos para que no hablaran públicamente sobre el incidente.
La empresa JAKENN Publishing PLC, editora de Addis Standard, expresó su preocupación sobre el manejo de los dispositivos incautados. «No podemos garantizar la integridad de los mensajes o correos electrónicos enviados desde los dispositivos comprometidos», advirtió la compañía.
Según la fundadora Tsedale Lemma, el 22 de abril la policía indicó que los equipos podrían ser devueltos en el transcurso de la semana siguiente. Sin embargo, hasta la fecha, el medio sigue sin acceso a los dispositivos confiscados.