José Rubén Zamora, periodista de 67 años, ha cumplido dos años en prisión tras ser encarcelado el 29 de julio de 2022. Actualmente se encuentra en la cárcel militar Mariscal Zavala, esperando un nuevo juicio después de que su condena de seis años por lavado de dinero, impuesta en 2023, fuera anulada.
Organizaciones mundiales defensoras de la libertad de prensa, como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), han pedido su liberación inmediata, argumentando que el gobierno de Guatemala lo tiene detenido sin fundamento.
Durante su detención, Zamora ha sufrido ataques psicológicos y físicos que han afectado gravemente su salud. Según un informe psicológico presentado por el médico y psicólogo Carlos Martín Berastain, Zamora relató: “Me acosté encogido sobre la toalla grande que me había enviado mi mujer, todo estaba sucio y sin cobijas”. Entre otras atrocidades, también ha enfrentado humillación sexual, una celda infestada de insectos y falta de agua por más de 15 días.
El hijo de Zamora, junto a Reporteros sin Fronteras, se reunieron con el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, quien prometió hacer todo lo posible para liberar a Zamora lo antes posible:
“Hemos debatido con el presidente Arévalo cómo el gobierno puede actuar en el caso del fundador de elPeriódico de acuerdo con las decisiones de organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y las Naciones Unidas. Hemos insistido en la importancia de utilizar la postura de ambas entidades para hacer avanzar el caso. Esperamos que el gobierno haga realidad sus palabras y use todos los instrumentos a su alcance para encontrar una solución rápida y eficaz que permita la liberación definitiva de José Rubén Zamora”.
El caso de José Rubén Zamora subraya las serias dificultades que enfrentan los periodistas en Guatemala. La situación ha generado una fuerte reacción internacional, con múltiples organizaciones de prensa pidiendo su liberación y la protección de los derechos de los periodistas.
La comunidad de Free Press Alliance continúa observando de cerca, esperando que las acciones del presidente Arévalo y el gobierno guatemalteco resulten en una resolución justa y rápida para Zamora. Mientras tanto, su caso sigue siendo un recordatorio de los riesgos que enfrentan los periodistas en la lucha por la libertad de prensa.