Impulsado principalmente por los letales ataques de Israel contra periodistas en Gaza, Irán y Yemen, el número global de periodistas y trabajadores de medios asesinados en 2025 ha alcanzado hasta ahora los 126. El aumento de la violencia en Sudán, México, Ucrania y Filipinas también ha contribuido a este incremento.
“En medio de una creciente agitación global, la información confiable es más esencial que nunca, y sin embargo, los periodistas siguen siendo asesinados a un ritmo sin precedentes”, dijo la directora ejecutiva del CPJ, Jodie Ginsberg. En demasiados casos, los perpetradores no enfrentan consecuencias. Otro año récord de asesinatos demuestra que el mundo sigue sin enfrentar la crisis de violencia contra la prensa.
Desde el inicio de la guerra entre Israel y Gaza en 2023, Israel ha matado a casi 250 periodistas, más que cualquier otro país desde que el CPJ comenzó a registrar las muertes de periodistas en 1992.
Solo este año, Israel es responsable de la muerte de al menos 86 periodistas y trabajadores de los medios, según los hallazgos del CPJ, incluidas muertes ocurridas después del alto el fuego de octubre. Numerosos casos indican un posible ataque deliberado. El CPJ ha instado repetidamente a los organismos internacionales a exigir que Israel rinda cuentas por acciones que organizaciones de derechos humanos y expertos de la ONU describen ampliamente como genocidio.
Los conflictos en escalada también están impulsando un aumento en las víctimas civiles en todo el mundo. En Sudán, nueve periodistas fueron asesinados este año, elevando el total a 15 durante los dos años de guerra civil, en los que reporteros han sido secuestrados, violados y desplazados por la fuerza por las Fuerzas de Apoyo Rápido. En Ucrania, cuatro periodistas murieron a manos de fuerzas rusas, frente a solo una muerte registrada en 2024.
Mientras tanto, la violencia criminal y la corrupción política arraigada continúan alimentando una oleada de asesinatos de periodistas sin resolver. México registró seis asesinatos en 2025, en comparación con cinco el año anterior. En Filipinas, la cifra aumentó abruptamente de cero en 2024 a tres. Las autoridades no han realizado arrestos relacionados con los asesinatos en México, y solo uno en Filipinas, sin confirmación de que los crímenes estuvieran vinculados al trabajo periodístico de las víctimas. Estas naciones, junto con Irak, India y Pakistán, mantienen un patrón preocupante de muertes de periodistas en 2025, una tendencia que ha persistido durante casi 30 años.
En Free Press Alliance, condenamos enérgicamente este alarmante aumento de asesinatos de periodistas. Rechazamos la violencia sistemática, el ataque deliberado y el clima de impunidad que sigue poniendo en riesgo a los reporteros en todo el mundo. Silenciar a la prensa mediante intimidación o asesinato es un ataque al derecho de cada comunidad a la información. Instamos a las instituciones internacionales y a los gobiernos nacionales a adoptar medidas urgentes y coordinadas para responsabilizar a los perpetradores, proteger a los trabajadores de los medios en contextos de conflicto y alto riesgo, y garantizar que el periodismo pueda ejercerse de manera libre y segura en todas partes.