La libertad de prensa en Haití sigue deteriorándose: periodistas bajo amenaza en una crisis sin precedentes

Un panorama frágil para el periodismo independiente en medio de la violencia de las pandillas

La libertad de prensa en Haití atraviesa su peor momento desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021. Como analizamos en nuestro artículo de mayo de 2024, “Impunidad y violencia: el declive de la libertad de prensa en Haití”, el país se ha convertido en un lugar extremadamente peligroso para ejercer el periodismo independiente. La escalada de violencia de las pandillas y el colapso institucional han generado un entorno en el que los periodistas enfrentan amenazas constantes de acoso, secuestro y asesinato.

Violencia contra periodistas: un patrón alarmante

La situación empeora a diario. Las pandillas en Haití controlan vastos territorios y, en muchos casos, ejercen más poder que las propias autoridades locales. Esta expansión de la violencia ha generado un aumento significativo en los ataques contra periodistas. Desde 2021, decenas de trabajadores de medios han sido asesinados o secuestrados mientras realizaban su labor informativa.

Uno de los casos más graves ocurrió el 20 de abril de 2025, cuando miembros de la banda Viv Ansanm tomaron el control de la emisora Radio Panic FM en Mirebalais, rebautizándola como “Talibán FM”. Ahora transmite mensajes propagandísticos de la banda criminal. Según Joseph Allan Junior, director de la emisora, los pandilleros han impuesto su narrativa:

“Somos los talibanes y gobernamos la ciudad”, se oyó decir a uno de ellos en una transmisión en vivo.

Periodismo en Haití: censura, miedo y secuestros

Informar se ha convertido en una actividad de alto riesgo. Los secuestros de periodistas en Haití son cada vez más comunes. Recientemente, el periodista Roger Claudy Israël y su hermano fueron liberados tras dos semanas de cautiverio, gracias a la intervención de la organización SOS Journalists. Sin embargo, muchos otros, como Frantz Joseph y Jean Christophe Collègue, continúan desaparecidos.

La falta de justicia alimenta este ciclo de violencia. Según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), Haití es el peor país del mundo en términos de impunidad por asesinatos de periodistas. Al menos siete homicidios siguen sin resolverse desde 2019.

Colapso del Estado e impunidad generalizada

Lo ocurrido en Mirebalais es una muestra clara de la crisis humanitaria en Haití. Las instituciones públicas han perdido el control del territorio y los canales de comunicación. Las bandas armadas dominan la información, amedrentan a las comunidades y eliminan cualquier intento de fiscalización.

A pesar de los constantes llamados de organismos internacionales como la CIDH y Reporteros Sin Fronteras (RSF), el Estado haitiano no ha tomado medidas efectivas. La inacción oficial agrava el problema y empuja a más periodistas al exilio o la autocensura.

Llamado a la acción desde Free Press Alliance

Desde Free Press Alliance, hacemos un llamado urgente a los medios independientes, tanto en Haití como en el mundo, a seguir denunciando la realidad que vive el país. La libertad de expresión y el derecho a la información veraz son fundamentales para cualquier democracia. El pueblo haitiano merece saber lo que ocurre y tener acceso a noticias sin censura.

Nos solidarizamos con todos los periodistas que arriesgan su seguridad por contar la verdad. El periodismo libre es un derecho público.

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