Maria Ponomarenko, encarcelada desde el 23 de abril de 2022 en la Colonia Penal de Shipunovo en Barnaul, Rusia, ha sido sentenciada a 22 meses adicionales de prisión. Inicialmente, fue condenada bajo el Artículo 207.3.2.e del código penal ruso, que criminaliza la difusión de «información falsa» sobre el ejército ruso. Los cargos en su contra surgieron a raíz de publicaciones en Telegram sobre el bombardeo del Teatro Dramático de Mariúpol. En febrero de 2023, recibió una sentencia de seis años de prisión.
Sin embargo, en diciembre de 2023, se abrió un segundo caso penal en su contra, acusándola de haber «atacado» a dos empleados de la colonia, incluido el jefe del departamento de seguridad. Según los informes, cuando Ponomarenko se negó a presentarse ante una comisión disciplinaria en IK-6 Shipunovo, fue llevada por la fuerza por el personal penitenciario. La fiscalía alega que ella los agredió durante el incidente. El caso se basa en el Artículo 321, parte 2, que penaliza causar daños que no sean peligrosos para la salud. No obstante, Ponomarenko ha declarado que los presuntos afectados eran empleados varones y que nunca atacó a nadie.
Desde su traslado de la colonia de Krasnoyarsk a Altai Krai, ha denunciado que casi ninguna de sus cartas llega a sus destinatarios, a pesar de sus intentos continuos de comunicarse con sus seguidores.
A pesar de estas dificultades, Ponomarenko se mantiene firme, consciente de que las autoridades rusas suelen imponer nuevos casos penales a presos políticos destacados cuando consideran que sus sentencias originales no son suficientes. Durante una audiencia el 24 de marzo de 2025, reveló que recientemente intentó suicidarse debido al acoso constante por parte del personal penitenciario. También declaró que ha sido colocada en celdas de castigo 13 veces en el último año. En 2023, una evaluación psicológica y psiquiátrica la diagnosticó con un trastorno de personalidad que requiere asistencia psiquiátrica, un tratamiento que se le ha negado sistemáticamente.
Rusia sigue siendo uno de los peores países en cuanto a encarcelamiento de periodistas, ocupando el quinto lugar a nivel mundial, con al menos 30 periodistas tras las rejas hasta el 1 de diciembre de 2024, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
Desde Free Press Alliance, condenamos enérgicamente la continuada detención de la periodista Maria Ponomarenko y exigimos su liberación inmediata. Ella ya ha soportado tres años de prisión, un castigo más que suficiente. La persecución implacable de una periodista que ya ha cumplido una sentencia severa refleja la represión sistemática de la libertad de prensa por parte de las autoridades rusas.