Las autoridades alemanas deben investigar de forma rápida y transparente la reciente agresión policial contra el video periodista Ignacio Rosaslanda, garantizando que los agentes de policía responsables rindan cuentas y abandonar todas las investigaciones penales contra él, declaró el viernes el Comité para la Protección de los Periodistas. Rosaslanda, videoperiodista del Berliner Zeitung, fue golpeado y detenido el 23 de mayo mientras informaba sobre el desalojo de más de 150 manifestantes propalestinos de un edificio de la Universidad Humboldt de Berlín. Según los informes de prensa, una grabación del incidente y las declaraciones de Rosaslanda al CPJ, el periodista estaba cumpliendo con su deber cuando se produjo el ataque.
La policía convocó a Rosaslanda el jueves, le interrogó durante tres horas y le informó de que estaba siendo investigado por resistencia a la acción policial, lesiones a la policía y allanamiento de morada. Al negar estos cargos, Rosaslanda se enfrenta a una pena de hasta tres años de prisión si es declarado culpable. Attila Mong, representante del CPJ en Europa, subrayó la importancia de proteger el derecho de los periodistas a informar sobre acontecimientos de interés público sin temor a interferencias policiales o a cargos injustos.
Rosaslanda, identificable por su insignia de prensa y su cámara, estaba filmando mientras la policía desalojaba a los manifestantes cuando un agente le agredió repentinamente, causándole múltiples lesiones que requirieron tratamiento en urgencias. A pesar de haber presentado una denuncia penal contra la policía, Rosaslanda no ha recibido ninguna actualización, mientras que un portavoz de la policía confirmó que se estaba investigando la actuación de dos agentes.